Por Luis Salas González
Introducción
En este escrito se presenta a la Utopía como algo que refleja que lo imposible puede ser posible. Se dice que la Utopía tiene dos sentidos y que ambos buscan que lo imposible se vuelva posible, la distinción está en el objetivo que cada sentido persigue, pero sobre todo está en la consecuencia que producen.
La Utopía que busca que lo imposible que puede ser posible es dialéctica ya que tiene dos sentidos que se contraponen. Un sentido es dominador y el otro es liberador, ambos existen: uno se impone, se globaliza, extermina y acaba con la vida; el otro sentido lucha por ella, primero y al último la vida, pero los que luchan por la vida agonizan, son los menos, están en peligro de extinción y si ellos se acaban, todos lo estaremos. El sentido dominador se fundamenta en una racionalidad instrumental universalista que nombra y crea una realidad, que niega otras racionalidades, otras formas de existencia, que impone un lenguaje científico y extermina lenguas milenarias. Justo ese es el problema, la razón instrumental que se universaliza en el lenguaje científico, además que tiene como punto de partida la metafísica, la idea y no la vida, y tiene una Utopía para lograr sus objetivos. Las consecuencias son la destrucción del ambiente humano, las guerras, la pobreza, aniquilación de culturas ancestrales.
Pero frente a ese sentido de la Utopía dominadora de la ciencia empírica idealista, hay Otro sentido de la Utopía que surge de los que luchan por la vida, son los que hacen contrapeso y pretenden un buen vivir, un nosotros cósmico, una vida digna. Enfrentar el problema que nos incube como humanidad parte de esta Utopía que se va construyendo con el no olvido de la historia para poder estudiar y comprender la estructura y forma de actuar de la racionalidad dominante en el presente. Dicha Utopía parte de la situación de cada cultura, de cada contexto, pero todas tienen un fin en común, la reproducción de la vida. Los esclavos luchan por liberarse de la explotación en las minas, las culturas originarias luchan por mantener viva su lengua, sus costumbres, sus tradiciones, los trabajadores luchan por un salario digno que les brinde salud, hogar, educación, las personas de la tercera edad, los niños, las mujeres luchan para no ser violados, amedrentados, humillados, discriminados. Hay luchas que se van haciendo día a día, que el futuro es incierto, pero ello no implica que no haya una planeación, un proyecto que guíe cada lucha. El Otro sentido de la Utopía existe porque hay otras racionalidades, otras culturas, que no son idealistas y que toman como punto de partida la vida, esas racionalidades son las que nos pueden sacar del precipicio al cual estamos cayendo.
El escrito está conformado por tres apartados pequeños, en el primero se plantea una breve definición de Utopía, la definición que se da parte de Eduardo Galeano. En el segundo apartado se aborda a las ciencias empíricas idealistas. No se quiere decir que todas las ciencias naturales o sociales sean idealistas, sólo se plantea el por qué algunas ciencias son ciencias empíricas idealistas y qué consecuencias tiene para la humanidad. El tercer apartado se expresa el Otro sentido que tiene y puede tener la Utopía, ese sentido que surge de la vida y en ella termina. Y el trabajo cierra diciendo que tenemos que elegir uno de los dos sentidos, no hay más caminos, o hundimos el barco con toda la humanidad, o reproducimos un buen vivir que implica el cuidado de la Madre Tierra.
Este escrito es gracias al libro Crítica de la Razón Utópica de Franz Hinkelammert, en el libro se enfoca principalmente en realizar una crítica al origen y a las consecuencias de las ciencias empíricas idealistas. En el fondo, es una crítica implícita a la Crítica de la Razón Pura de Kant. Es una crítica ya que la filosofía de Kant parte de la idea y se dirige a lo empírico. Se puede decir que el fundamento de las ciencias empíricas idealistas está en la filosofía de Kant. La aportación está en que agrega el Otro sentido de la Utopía y nuestra definición de Utopía, que no se contradice de la que plantea Hinkelammert.
La Utopía
Eduardo Galeano define a la utopía de la siguiente manera: “La utopía está en el horizonte, me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para esos sirve: para caminar.” (Galeano. p. 25). En este sentido la utopía es un criterio de orientación, una guía a seguir, la utopía es perfectible ya que nunca se pude alcanzar la perfección. Es como una línea asintótica de una gráfica. La utopía es un proyecto a realizar con ciertos métodos esperando ciertas respuestas. Sin embargo, al aplicar dicho proyecto al final las respuestas no son las que uno esperaba, a pesar de que se siguió paso a paso ese proyecto. La utopía es un postulado, una hipótesis y en consecuencia es una idea que pretende hacerse un hecho. En algunas ocasiones se logra, aunque no a la perfección, pero se acercó al objetivo planteado. Y en muchas ocasiones no se logran, pero incluso así tienen consecuencias.
La utopía es dialéctica porque tiene como punto de partida dos horizontes que se contraponen, el de la idea y el de la vida. Cada horizonte tiene distintas consecuencias, aunque en la apariencia ofrezcan lo mismo. Ambos sentidos utópicos ofrecen una mejor calidad de vida, pero uno la destruye a pesar del mayor avance tecnológico científico, y el otro, protege la Madre Tierra. Son los dos sentidos que veremos a continuación.
Las Ciencias Empíricas Idealistas
La realidad ha superado la ficción, lo imposible puede ser posible. Sabemos que el ser humano es mortal y que es imposible que sea inmortal; también se sabe que es imposible que el ser humano tenga conocimientos ilimitados; damos por hecho que es imposible que el ser humano sobreviva sin agua y sin alimento por más de dos semanas; es imposible que un humano permanezca despierto siempre; igualmente es imposible que alguien o algo se mueva eternamente. Son ejemplos reales, son hechos que empíricamente no tienen posibilidad de falsear, sin embargo, lógicamente sí existe esa posibilidad, el humano puede ser un ser inmortal, puede tener conocimientos ilimitados y puede sobrevivir sin agua y sin alimentos por más de dos semanas, y puede estar despierto por siempre, así como hay alguien y/o algo que se puede mover eternamente. Lógicamente estos juicios son posibles, es la creación de un mundo metafísico donde no existe la contradicción y existe la posibilidad de realizar lo imposible empíricamente. De esa manera, lo empírico se vuelve falsable y se busca demostrar, a través del progreso científico-técnico, que es posible la inmortalidad del ser humano. La ciencia empírica surge a partir de falsear un hecho real, concreto, además crea una utopía porque la posibilidad se vuelve criterio de orientación, ahora se busca lograr esa inmortalidad, ese movimiento eterno.
De esos juicios, que son principios de imposibilidad, surgen las leyes de las ciencias empíricas. Sin embargo, las leyes naturales son empíricas y sólo tiene referencia con lo fáctico y no pueden ser falsables. Pero el origen de las ciencias empíricas está en falsear esa realidad empírica, está en hacer posible lo imposible. Para la ciencia empírica, ya sea ciencia social o ciencia natural, no tiene sentido demostrar lo que lo real concreto demuestra por sí mismo, por ello se encarga de falsear los hechos reales, y los falsea desde la imposibilidad. Las leyes de la ciencia empírica surgen de manera analítica y formulan la negación de lo real concreto, creando la posibilidad de algo imposible, aun así “los falsadores trascendentales de los principios de imposibilidad siguen siendo parte de las ciencias empíricas” (Hinkelammert, 1984, 222). De lo dicho anteriormente aparecen los falsadores, aparecen como metafísicos ya que parten de la imposibilidad, de la idea, del supuesto, así la metafísica se abre paso y entra a las ciencias empíricas. “Los falsadores trascendentales entran positivamente en las teorías de la ciencia empírica, por las idealizaciones empíricas mediante las cuales se formulan las leyes generales.” (Ibid. 225).
Surgen así las ciencias empíricas idealistas que tienen la característica de crear una ilusión con posibilidades a lograrlo fácticamente; habrá ocasiones que logren, con uso la tecnología, lo que en un principio se consideraba como imposible se vuelva posible. Por ejemplo, en la actualidad, para algunos, la vejez es una enfermedad y si es una enfermedad pues hay que curarla. Para curar esta enfermedad se están haciendo estudios sobre los genes que afectan la vejez. Hasta el momento sólo se ha planteado la hipótesis de que, si se llegan a modificar estos genes, desde el laboratorio, se podría extender la vida humana hasta un 100 %, viviríamos alrededor de 150 a 170 años o más. Y haciendo historia, vemos que la ciencia médica ha ampliado el rango de existencia. Otro ejemplo, que sólo hipotéticamente era posible e empíricamente imposible, hoy, siglo XXI, se vuelve posible el experimento de dejar caer una bola y una pluma en el vacío, planteado por Galieo Galilei, y ambos objetos caerán a la misma velocidad. En la tierra no existe algún lugar natural donde se diga que está vacío, por tanto, la pluma y la bola siempre caerán a distinta velocidad. Sin embargo, la tecnología ha construido un escenario donde se puede producir el vacío, de esa manera se cumple lo que decía Galilei, y lo imposible se hizo posible. Aun así, se partió de una idea, de falsear lo real, la naturaleza, por esa razón es que la ciencia empírica parte de la metafísica, de la suposición.
Pongamos otro ejemplo, Einstein dice que:
Supongamos que un hombre que conduce un carrito en calle horizontal deje de repente de empujarlo. Sabemos que el carrito recorrerá cierto trayecto antes de parar. Nos preguntamos: ¿sería posible aumentar ese trayecto y cómo? La experiencia diaria nos dice que ello es posible y nos indica varias maneras de realizarlo: por ejemplo, engrasando el eje de las ruedas y haciendo más liso el camino. El carrito irá más lejos cuanto más fácilmente giren las ruedas y cuanto más pulido sea el camino…significa se han disminuido las influencias externas. Se han aminorado los efectos de lo que se llama roce o fricción, tanto en las ruedas como en el camino… Un paso adelante más y habremos dado con la clave verdadera del problema. Par ello imaginemos un camino perfectamente alisado y ruedas sin roce alguno. En tal caso no habría causa que se opusiera al movimiento y el carrito se movería eternamente. (Ibid. 229; Einstein, 1986, 4).
Einstein, en primera instancia comienza con una suposición (supongamos), está partiendo de una hipótesis, de una idealización, de la metafísica. La idealización es la de crear las condiciones necesarias para que el carro no se detenga y recorra un trayecto mayor. Lo real por sí mismo no tiene las condiciones para incrementar este recorrido, por lo cual hay que crearlas, y así quizá el carrito nunca se detenga. Obviamente sabemos que no existe una superficie totalmente plana y lisa en sí misma, por ello se crea. Sigue Einstein y nos dice que es posible lograr incrementar el trayecto del carrito, lo imposible se vuelve posible y además por varios caminos. Einstein extiende su idea y comenta, imaginemos un camino perfectamente liso. Einstein está en la imaginación, algo que aún no es perfecto pero que lo puede ser, en este caso el camino liso. Y termina afirmando que en caso de lograr el camino perfectamente liso el carrito se movería eternamente. ¿En verdad se movería eternamente?, ¿es posible moverse eternamente? Es claro que no, pero se emplea la tecnología, las máquinas que simulan esta perfección de moverse eternamente. Las máquinas no se detienen, son creadas para no parar.
Hinkelammert nos da otro ejemplo que manifiesta que las ciencias empíricas son idealistas.
El agua es transformada en H2O, lo que nuevamente es una experiencia idealizada. En efecto, el agua real es un determinado líquido de experiencia diaria; la construcción física parte de moléculas de esta agua real y formula su composición en términos de tales moléculas. Aparece un nuevo concepto de agua pura. (…) un líquido que se compone exclusivamente de moléculas de H2O. Tal líquido es tan imposible como la carretera plana de la ley de la inercia, pues aún el agua químicamente más pura es siempre una determinada mezcla. No obstante, a partir del concepto H2O de una empiria idealizada, aparece un espacio tecnológico de aproximación al agua químicamente pura que es infinito y no puede alcanzar su meta jamás. (Ibid. p. 231)
¿Por qué nombrar el agua como H2O?, la respuesta se dirá que es obvia, porque son dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno. A lo que vamos, en efecto el agua existe y está compuesta por esta estructura molecular, pero el agua no sólo contiene estos elementos, sino que contiene otros. Es decir, el agua pura perfectamente es imposible en un principio. No se niega que le oxígeno o el hidrógeno no existan, sino que no sólo son esas moléculas las que componen el agua. Y en todo caso, para que exista agua perfectamente pura, se tiene que crear un medio por el cual se logre el agua pura.
Pero como se ha mencionado, no sólo las ciencias naturales son idealistas, además lo son las ciencias sociales, como la ciencia económica. La ciencia económica produce una farsa, una ilusión, una idea bajo el nombre del rescate de la economía de los países. Lo que se salva es el capital antes que la vida humana, y la ciencia económica crea los mecanismos para seguirse reproduciendo (como un virus), es el mercado como ser supremo, el mercado fundamentado en la ciencia empírica idealista que crea sus mitos y sus utopías. Con estos ejemplos queremos decir que la ciencia parte de la idea, de la metafísica.
¿Qué relación tiene la ciencia empírica idealista con la utopía? Cuando la utopía parte de la idea es aquí donde entra en relación con la ciencia empírica idealista. Partir de la idea es partir de falsear la realidad, de expresar la posibilidad desde la imposibilidad y la ciencia empírica, para lograr el objetivo de volver posible lo imposible, requiere de una utopía. La ciencia junto con la tecnología hizo posible un viaje a la luna el 20 de julio de 1969 y el 31 de mayo de 2020 se hace posible el primer viaje tripulado. Hace 100 años sólo era pensable un viaje a la luna, así como un viaje tripulado, ambos se hicieron reales, qué sigue, ¿el viaje a marte y conquistarlo? la utopía es la que se persigue, la que establece la guía para logra dichos objetivos. Unos son alcanzados, otros no, sin embargo.
¿Cuál es la consecuencia de que la utopía de la ciencia empírica se logre? Las consecuencias son que en primera instancia es la creación de un lenguaje con pretensión de universalizar. El agua siempre va a ser H2O en cualquier parte del mundo, aunque para otras culturas agua tenga otra forma de nombrarla y con ello otro significado. Es la universalización de las ciencias empíricas-tecnológicas a través del lenguaje, unificando, homologando un sólo significado, aniquilando la multiplicidad de las lenguas. Asimismo, de esta idealización de lograr lo imposible surge la utopía. Es una utopía porque bajo esa dirección, la idealista científica, se establecen relaciones humanas concretas que persiguen un desarrollo, un progreso. El progreso científico-tecnológico se convierte en un criterio de orientación, algo a alcanzar a partir del fundamento de una ilusión que nos hace creer que es un beneficio para la humanidad.
Justo en el acto de buscar que estas imposibilidades se vuelvan posibles, como el buscar que la vida humana se extienda, o quizás sea eterna, aparece la ilusión, nacen las utopías y a su vez los mitos opresores, porque en lo real no hay desarrollo, ni progreso, todo lo contrario, cada vez hay más pobreza, más ignorancia, más explotación, más crisis económica, social, psicológica. Ahora que más avances científicos tecnológicos existen, la pobreza extrema igual avanza sin parar. ¿No acaso debería ser un beneficio el avance científico tecnológico? La utopía está en alcanzar, en lograr que lo imposible se haga posible, en este caso, extender la permanencia de la especie humana, incluso a costa de la vida planetaria. El querer extender la vida humana sobre la del planeta, es una contradicción performativa ya que nosotros somos producto de la Tierra, ella nos proporciona todo lo que somos y si acabamos con ello nos extinguimos como especie. Con los mitos nos mienten, e inviertan la realidad, y con las utopías nos conducen a la producción de una ciencia universal, así como la creación de tecnología que destruye los recursos que hacen posible la vida humana.
Otro Mundo es Posible: Un mundo donde quepan muchos mundos
En cambio, cuando la utopía parte de la vida tiene por objetivo lograr la reproducción de la vida y no de la idea, primero y al último está la vida. Algunas de estas utopías las encontramos en nuestros pueblos originarios, y una de ellas es: Otro mundo es posible, un mundo donde quepan muchos mundos. Son pueblos que su utopía está en luchar por su tierra que les han arrebatado, en recuperar su lengua que la han vuelto un dialecto y han intentado extinguir. La utopía está en seguir reproduciendo su forma de vivir frente a la madre Tierra y frente al Otro como persona, como cultura. Es el reconocimiento de muchas formas de vida, de muchas maneras de nombrar lo real y no querer imponer una sola. Se trata de un hogar, un planeta, una Tierra, donde no haya guerras y destrucción de culturas en plena pandemia.
Para lograr la utopía que plantean los pueblos originarios, hay que empezar por aprender a escuchar, hay que callar nuestro diálogo interior para reconocer y experimentar otras vivencias. Nos enseñan a hablar cualquier tipo de lengua, pero no nos enseñan a escuchar la lengua y por tanto no la comprendemos, no sabes escuchar. No sólo hay que saber escuchar al Otro, hay que escuchar a la madre Tierra, ella también nos habla. El saber escuchar nos conducirá a la complementariedad, donde cada uno es distinto y cada uno cumple un rol para la reproducción de la vida. No soy si el Otro y el Otro no es sin mí, yo soy si tú eres.
No obstante, hay otras utopías que nacen en algunas resistencias que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, unas han permanecido y otras las han eliminado, las han disuelto. Pero las resistencias que se mantienen vivas son gracias a querer lograr esa utopía, son comunidades que salen al encuentro de los embates del capitalismo salvaje. El denominador común utópico entre los actuales movimientos en resistencia, es el reclamo del derecho de una vida humana digna, del buen vivir y esto implica la vida de toda la madre Tierra, se busca una política para la afirmación de la vida toda. La utopía está en que tenemos que seguir resistiendo en el futuro cercano, aun cuando no haya una solución visible en nuestros horizontes de acción y comprensión. Nunca nos es imposible no hacer algo, por ello es mejor hacer o intentarlo, que no hacer nada. Los que no tenemos nada, lo único que tenemos es esperanza y la voluntad de vida que nos empujan y la utopía es la que nos guía, aunque esta guía se vaya construyendo en el camino. Gracias a las utopías, que luchan por la vida, es que se producen los grandes momentos constitutivos de lo real. Este tipo de utopías siguen vivas gracias a la fidelidad y a la fe de todos y cada uno de los miembros, siguen vivas por los que seguimos soñando despiertos, los locos que ha producido la propia cultura moderna.
Conclusión
Para concluir este pequeño escrito, sólo queda decir que nos encontramos en un tren que se dirige al precipicio, o en un barco que no tiene capitán y va a la deriva directo a hundirse. Si bien, esto es gracias a las ciencias modernas, que son las ciencias empíricas idealistas que, partiendo de la Crítica de la Razón Utópica de Hinkelammert, éstas se fundamentan en la filosofía de Kant, se trata de una involución de lo ideal a lo material, es una involución por las consecuencias que ha traído para la humanidad, una razón instrumental universalista.
Pero frente a esa razón instrumental existen otras razones, otras formas de nombrar el entorno, de vivirlo, de proyectarlo. Esas otras formas resisten y luchan por la vida, son los que mantienen viva la esperanza de lograr Un mundo donde quepan muchos mundos, donde la vida sea digna y la tecnología no arrase con el hábitat que permite mantener con vida al ser humano. La lucha es día a día, desde el espacio en el que uno está situado. Cada ser humano decidirá por cual utopía inclinarse, pareciera que en el fondo ambas tienen el mismo objetivo, una mejor calidad de vida. Sin embargo, una, la dominadora, la usa como ilusión ya que en el fondo cada vez hay más pobreza a pesar del avance científico-tecnológico. En cambio, la que realmente lucha por la vida, se la están quitando.
Bibliografía
Einstein, Albert/ Infel Leopold. 1986. La evolución de la Física. Barcelona, Biblioteca científica, Barcelona.
Hinkelammert, Franz. 1984. Crítica de la razón Utópica. San José Costa Rica, Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI).
Bibliografía electrónica
Galeano, Eduardo. Entre los poetas míos. Colección de Antología social. Vol. 18. Biblioteca virtual Omegalfa.
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