Por: Villaespesa
Godinez iletrado: Vives de matar gente. ¿No te da vergüenza?
Sicario letrado: Vives de desangrar la economía. ¿No te da vergüenza?
GI: Estás peor tú: todo mundo se da cuenta que eres un parásito. ¡Quitas la vida!
SL: Están peor los demás: todo mundo se da cuenta que eres un parásito, y peor tantito, quieren ser como tú. ¡Quitas prosperidad, das escasez!
GI: ¡Quién te manda, mugroso! Te gané y le gané a muchos mi “hueso”. Vivan en el error: vivir fuera del presupuesto.
SL: ¡Quién te manda, coyón! Te gano y les ganamos a muchos. Vivan en el error: vivir fuera de las armas.
GI: No nos cansaremos de hacer marchas por la paz y rogarle al gobierno para que los enjaule o aniquile, ¡malditas cucarachas! Algún día nos libraremos de ustedes. Si te toca la pobreza, sopórtala como buen cristiano.
SL: No nos cansaremos de reírnos ante sus marchas y sus ruegos al gobierno. Los dos somos uno mismo ($): ♪ooh♪ A nosotros nos toca el trabajo sucio, ellos ponen la charola y se la llenamos, pues nos garantizan infraestructura, servicios, sinfín de mujeres guapas y larga vida a esta nueva y truculenta Guerra del Opio. Que la pobreza la soporten los pendejos. ¿No crees?
GI: Tienes razón. Eh. Pero bájale de huevos. Mátense entre ustedes mismos, llévense incluso a los pobres y migrantes entre las patas, pero respeten a los Godinez.
SL: ¡Tú respeta a quién manda donde vives! Quién se juega la vida, vale todo; quién no, muy poco, aunque lo suficiente para concederle respirar, para que sea uno más de nuestros ilotas. Las letras le hacen los mandados a las armas, bien lo decía Cervantes. Si lo leyeras... En fin. El día que emulen bien ustedes, todos ustedes los del presupuesto, a los de Corea del Sur, Finlandia, tal vez en varias décadas nosotros seremos ya una cifra ridícula aquí. Mientras tanto, mientras tus jefes, las mafias más dañinas del país, las de cuello blanco, sean también estilo Godinez, asuman las consecuencias de vivir como viven del presupuesto.
GI: ¡Híjole! Ni modo. Que sea lo que diosito quiera. Seguiremos apostando al rezo.
SL: ¡Y nosotros con sus vidas!
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